martes, 22 de agosto de 2017

Yo antes de ti

Al comenzar este libro puede parecernos que va a tratar de la típica historia de amor y, aunque en cierto modo encontramos muchos tópicos, no es una historia de amor convencional. 

Es la historia de amor entre un hombre rico, empresario de éxito, que, tras sufrir un grave accidente, queda preso en una silla de ruedas, sin poder mover más que la cabeza y un poco del brazo. Necesita ayuda para todo. Su vida cambia radicalmente y él, echando la vista atrás y haciendo memoria de la persona que solía ser, no es capaz de imaginar un futuro dependiendo de otras personas, sin absolutamente nada de independencia, por lo que decide que en un plazo de 6 meses pondrá fin a su vida.

Aquí es donde aparece Louisa, una joven que necesita desesperadamente trabajar para sacar adelante a su familia. Los señores Traynor, padres de Will, la contratan para que, además de cuidar a su hijo, intente persuadirle de la idea del suicidio, aunque Louisa, hasta más avanzada la historia, no sabrá que es este su cometido real.

Tanto Will como Louisa ven a lo largo de estos 6 meses cómo su vida va cambiando, cómo ellos mismos se van convirtiendo en personas diferentes. Louisa, una joven ingenua, gracias a Will, abre los ojos y comprende que es una conformista, lleva 7 años saliendo con un chico al que ya no ama, trabaja por y para su familia sin considerar lo que ella realmente quiere, tiene miedo a avanzar, no se ve capaz de hacer cosas, aunque sí lo es, es capaz de mucho y de más.

Página tras página vamos viendo la evolución de los protagonistas, de su amor, de su propia personalidad. Nos vamos sintiendo identificados con ellos, sentimos lo que sienten, nos emocionamos con lo que se emocionan. Solo al final sabremos si Will decide poner fin a su vida o, la energía y el amor de Louisa le hará cambiar de opinión y luchar por su vida.

Además del tema principal, el amor entre los personajes, encontramos otros temas secundarios como por ejemplo, el tema de la figura paterna. El padre de Will tiene amantes, continua en su hogar junto a su mujer simplemente para que la familia siga unida tras el accidente ocurrido. Pero ni es, ni fue nunca una figura paterna sólida.

Tú nunca estuviste ahí cuando te necesitaba. No emocionalmente. Eras solo una ausencia a la que él trataba de impresionar

Otro de los grandes debates es el del suicidio asistido, ¿tiene derecho la gente a decidir sobre nuestra vida? ¿somos capaces nosotros de tomar nuestras propias decisiones incluso cuando estas son moralmente inaceptables? ¿se puede dejar a un lado la ética y la moral cuando se trata de un caso extremo? Este debate está presente a lo largo de toda la obra, con posturas extremas, unas comprenden la decisión y otras la juzgan radicalmente.

¿Quiénes se creen los demás para decidir cómo han de ser nuestras vidas? Si esta no es la vida que quiere tu amigo, ¿no deberías estar preguntando cómo ayudarle a poner el punto final?

Otro debate sobre el tapete es, además de la vida de los demás, nuestra propia vida. Muchas veces somos -o nos comportamos- como la protagonista de esta obra. Hacemos las cosas pensando en los demás, no en nosotros mismos; intentamos complacer al vecino sin importar lo que realmente queremos; nos dejamos guiar por nuestra familia, por nuestras parejas, haciendo lo que nos aconsejan para que se sientan orgullosos cuando, posiblemente, no es ni remotamente lo que nosotros estamos buscando. Nos conformamos, nos atrapamos a nosotros mismos en una jaula de sociedad, no pensamos por y para nuestro bien, pensamos en dependencia al qué dirán. De esta manera es imposible lograr la felicidad.

Porque aún tienes que ser una niña buena, aunque ya tengas veintisiete años. Porque te da miedo. Vamos, Clark. Vive un poco. ¿Qué te lo impide?

En definitiva, es una novela muy intensa, cargada de emociones, te hace reír, llorar, reflexionar... Muy recomendable para pasar estas calurosas tardes de verano.

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