martes, 18 de julio de 2017

El tribunal de las almas

Es una novela llena de misterio y de intriga, la trama gira en torno a un grupo muy polémico dentro de la Iglesia, llamado los penitenciarios. Todo este tema está rodeado de una atmósfera de misterio llena de crímenes, en un principio independientes en apariencia, pero que, a medida que se avanza en la novela, se van enlazando y formando el hilo conductor de la obra. Ya antes de comenzar con la novela como tal, el autor nos introduce en el tema con la siguiente cita de Polibio:

No hay testigo más terrible ni acusador más implacable que la conciencia que mora en el seno de cada hombre

En un comienzo nos encontramos con dos historias, en las primeras páginas ambas historias se entremezclan, confundiendo al lector, ya que los pasos de una trama a la otra están poco definidos. Una vez que ambas historias están definidas es cuando la novela comienza a suscitar interés. Siguiendo con el tema de las tramas, desde el principio intuimos que ambos casos, el de Sandra y el de Marcus, tienen relación y, que en algún punto de la novela los protagonistas se encontrarán. Lo que en un principio parece predecible se convierte en una de las principales fuentes de interés, ya que no sabemos cómo ni por qué se relacionarán ambos casos.

Este tipo de argumento se asemeja de manera clara a las obras de Dan Brown, la principal diferencia reside en que las novelas de Dan Brown parten de un misterio concreto y de ahí van surgiendo el resto de tramas, mientras que en esta novela hay varios misterios y protagonistas simultáneos, todos girando en torno a una cuestión principal, el asesinato del marido de Sandra. Los diversos casos que van apareciendo son los que van guiando la trama hacia el punto central, produciendo giros argumentativos que dan emoción a la narración.

Toda la obra me parece que está narrada de manera que el lector se queda prendado desde el principio, haciendo que sea un investigador más de los casos. El final es inesperado, impactante, aunque, por poner algún pero a esta obra diría que la quinta foto misteriosa y la explicación de esta se unen al resto del relato con poco sentido, ¿David sabía ya de antemano que iba a morir y por eso le muestra a su mujer la belleza de esa foto? ¿Sin un doble sentido, ni una pista? ¿Solamente para que contemple la hermosura? En mi opinión la explicación de esta última foto está forzada por el autor, simplemente para no dejar ningún cabo suelto en una novela tan meticulosamente conectada. Otro punto del final que desconcierta es la insignificante explicación que recibimos sobre el personaje de Shalber y sus orígenes, habría sido más conveniente un par de páginas finales acerca de este personaje que tanta importancia ha ido cobrando a lo largo de la obra. Incluso con estos peros, el final es sorprendente y consigue cerrar los pocos cabos sueltos que aún quedan en las últimas páginas de la novela.

Algo destacable, en mi opinión, es la explicación que realiza el autor tras el final de toda la trama sobre el cómo y el porqué del tema, además de detallar qué partes están basadas en hechos reales. Esto hace que todo lo leído anteriormente sea de mayor interés para el lector.

Como trasfondo encontramos una crítica a la religión, a la institución de la Iglesia, a los conflictos que sus decisiones producen en el resto de la población y, sobre todo, a cómo tapan los escándalos en beneficio propio.

Es típico de la iglesia intervenir para acallar escándalos

Otra reflexión que nos plantea la novela es el debate entre el bien y el mal. Hasta qué punto una persona es culpable de sus actos si sus actos están condicionados por factores externos ajenos a él. Por ejemplo, la educación recibida, una enfermedad mental. Y, ¿si los malos actos se realizaron en el pasado y el individuo no los recuerda? ¿Seguiría siendo culpable aunque ya no sea la misma persona?

¿En qué momento cambiamos? -se preguntó- ¿En qué momento la historia de cada persona se modifica de manera irreversible?

Finalmente, por todo lo mencionado anteriormente, la obra me parece fascinante tanto desde el punto de vista argumentativo como por todos los trasfondos éticos que nos vamos encontrando, además de estar muy bien narrada y de mantener la atmósfera del misterio y la intriga hasta el final. Por supuesto muy recomendable leerla, yo seguiré leyendo obras de este autor.

Es como si estuviera diciéndonos que, en el fondo, no es difícil ver que las apariencias engañan -había comentado Clemente, y luego siguió diciendo-: Cuando la verdad está escrita en la piel, se encuentra al alcance de cualquiera, escondida a pesar de estar tan cerca

lunes, 3 de julio de 2017

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas

En esta novela, el título nos puede recordar a la idea de Buero Vallejo sobre las tragedias, él pensaba que la fatalidad eran las torpezas humanas, es decir, que tus propias torpezas te llevan a la tragedia. Algo así viene a decir esta novela, no es el karma el que te pone obstáculos, sino tú mismo.

La obra me llamó la atención principalmente por el título, aunque se suele decir que no hay que juzgar a un libro por su portada, en este caso salió bien. Esperas una novela llena de risas, ciertamente las risas están presentes, pero en su justa medida. Lo que te encuentras a lo largo de las páginas es una realidad con la cual, en mayor o menor medida, la mayoría de la gente se puede sentir identificada. Una vida familiar compleja, relaciones amorosas confusas, una profesión por la que sientes una tremenda pasión, pero con pocas salidas. En resumen, amor, frustración, alegrías, desamores... la vida misma.

Los personajes resultan poco originales, un tanto cliché. La protagonista, una chica responsable, trabajadora que, aunque lo de todo de sí siempre hay algo que se tuerce. Su hermana, todo lo contrario a ella. Sus padres, una pareja casada desde hace 30 años que poco a poco va perdiendo el amor e intentan reinventarse. Los amigos de la protagonista son el prototipo de amigos "perfectos", el amigo gracioso gay y la amiga moderna fiestera. Por último, los personajes masculinos son uno el antagonista del otro; Roberto, el novio de Sara (la protagonista), arquitecto, centrado, maduro, el típico hombre perfecto que, precisamente por eso, no consigue llenar del todo a Sara como pareja; Aaron, el prometido de su hermana y amor platónico de Sara desde la adolescencia, un hombre impulsivo, algo narcisista, músico de profesión, todo lo contrario a Roberto y el hombre del que Sara está locamente enamorada. Una historia un tanto típica podríamos pensar.

Lo que más engancha de esta novela es, que hasta el final no sabes qué es realmente lo que va a pasar, ya que en cada página la trama va dando giros argumentativos constantes que no se esperan. Esto es de agradecer ya que, al ser una redacción simple, con una historia típica y personajes cliché, algo que se salga de lo normal hace más interesante la lectura.

Los dos temas principales son: la pasión por lo que se hace y el amor.

En el primer tema nos encontramos con que Sara está locamente enamorada de su profesión, ser plumista. Un oficio poco común y del que apenas se sabe nada. Al ser una propuesta tan innovadora, su familia y amigos no lo ven con buenos ojos, prefieren que se dedique a la química, que es lo que estudió en la universidad, pero ella sabe que para ser feliz necesita vivir de algo que le apasiones y ser la mejor en ello, aunque sea duro alcanzar sus metas y hacerse hueco.

Aprovecha lo que tienes y no lo eches a perder por la frustración de no conseguir una fantasía

En el segundo tema nos encontramos el típico tópico del amor, un amor de película que no llena por completo a la protagonista, frente a un amor imposible que es el que realmente quiere alcanzar. Al saber que no puede acceder a Aaron, puesto que se va a casar con su hermana, se conforma con Roberto, con el cual lleva ya mucho tiempo, pero que no le hace del todo feliz. Esta es la gran paradoja, por miedo a la soledad elijes estar con personas que te hacen sentir todavía más solos.

¿Conseguirá Sara su sueño de ser plumista? ¿Dejará a Roberto o se conformará con él al no conseguir a Aaron? ¿Se casará finalmente el amor de su vida con su hermana? Para responder a estas preguntas tendrás que leer No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas.

Porque hay besos que saben a final feliz, y a principio de todo 

sábado, 1 de julio de 2017

Todo está iluminado

Esta obra ha sido una de las que más me ha sorprendido, tanto por su contenido como por la forma de ser narrada.

La historia sucede durante la Segunda Guerra Mundial, en Ucrania. Jonathan va a este país en busca de sus orígenes, a partir de aquí, la obra es una constate intriga, que pasará tanto por momentos cómicos como por momentos conmovedores. 

La redacción es del todo novedosa, hay dos narradores, Alex, el traductor de Jonathan y el propio Jonathan. Ambos se escriben cartas para informarse de las historias que están escribiendo en sus respectivos libros. En el caso de Alex, que no se sabe expresar del todo correctamente, el lenguaje es cuanto menos curioso, utiliza sinónimos para expresar palabras que no sabe, sinónimos que le dan un sentido cómico y original a la frase.

Un libro del todo recomendable, con un tema bastante crudo que se ve suavizado por la manera cómica y curiosa de construir la narración, lo que hace que haya una mezcla de tragedia y comedia que engancha al lector desde los inicios de la novela hasta el final.