Primavera de luto y otros cuentos

Como todas las obras de Juan José Millás, esta también me ha parecido espectacular. Nada de lo que este autor escribe te deja indiferente y por eso es uno de mis imprescindibles. En esta ocasión me apetecía cambiar un poco de género y he pasado de las novelas a los cuentos o relatos.

En esta serie de relatos vuelve a tratar aspectos esenciales de la vida mezclados con el punto de locura que ofrecen los personajes. Uno de los temas más señalados es el de la identidad. Los protagonistas de los relatos muchas veces no saben quiénes son o, se crean nuevas identidades a través de sus obsesiones e imaginación para difuminar la realidad, realidad con la que no están conformes.

Luego pensé también que esta proliferación de uniformes no hacía sino delatar una de las carencias más penosas de los seres humanos: su radical falta de identidad; si fuéramos efectivamente quienes decimos ser, o si cada uno de nosotros constituyéramos realmente un ser completo, un individuo, no sería preciso revestirse de atributos externos, ni de medallas o certificados que lo proclamaran de forma tan ruidosa.

La propia identidad, y sus pobres distintivos, no pasa de ser, en mi opinión, una ingeniosa construcción verbal, útil para crear sociedades, establecer jerarquías y levantar así edificios, trazar autopistas o plantar semáforos. Pero todo ello no justifica la pasión con la que el cardenal tiende al papado, el militar al generalato, o el escritor al Nobel.

En estos relatos también está muy presente el desamor, el amor, la familia, los trastornos mentales... todo ello desde un punto de vista de personajes locos, atormentados u obsesivos, pero también marcados por un gran sentido de la realidad. Muchos de ellos aparentan ser lo que no son, por miedo, por decepción con su yo real. Estos temas dan mucho que pensar y reflexionar.

-Estoy agotada -dijo-, tú no sabes lo que es estar aparentando que eres lo que no eres cada minuto de tu vida. Tengo insomnio, y yo creo que es por miedo a descubrirme mientras duermo.

Siguiendo con el tema de la identidad, Millás profundiza en muchos de sus relatos, la importancia que los objetos materiales tienen para los individuos, como a través de ellos las personas confeccionan su identidad, su yo se ata a esos objetos que no son más que simples cosas materiales, pero sin ellas se sienten perdidos, vulnerables.

Evoqué -como siempre que estoy fuera de casa- mis objetos familiares: la mesa de trabajo, la mesilla de noche, la lámpara que utilizo para leer acostado. Estos objetos conforman un espacio protector que dan a mis viajes un tono entre nostálgico y aturdido. Creo que nunca aprenderé a estar fuera de casa.

La memoria juega un papel muy importante en todas las obras de Millás, y estos relatos no iban a ser menos. A través de la memoria los protagonistas analizan su vida, crean identidades nuevas, vencen sus miedos. También, a través de la memoria y los recuerdos muchos de ellos se sumen en obsesiones y trastornos. En general, no importa cuál sea el tema central del relato, siempre (o casi siempre) estará relacionado de alguna manera con este aspecto tan característico del ser humano: la memoria.

Entonce me explicó que la memoria es una especie de cárcel en la que no se ve más allá de los muros que la cercan y que él estaba haciendo un túnel en el patio trasero de esa cárcel para salir a otros paisajes que también pertenecían al recuerdo, pero por los que estaba prohibido transitar a causa de los hábitos sociales.

Personalmente, opino que Millás es un maestro de la palabra y del relato. De manera simple logra que el lector consiga identificarse con muchos de sus personajes o, al menos con muchos de sus problemas. Algo que me ha sorprendido de estos relatos es que alguno de ellos como 'una carencia íntima' son la base de sus futuras novelas como 'Desde la sombra'. Posiblemente alguno más de estos relatos haya dado lugar a una novela más extensa, pero de momento este es el ejemplo más claro que he podido encontrar.

Otro dato llamativo y curioso y del cual no tengo explicación es que todos sus relatos terminan con "en fin", supongo que como todo lo que escribe tendrá un significado, pero el motivo de estos finales no logro comprenderlo todavía.

Por poner alguna objeción, muchos de los relatos son similares entre ellos, da la sensación de que ya lo has leído antes, aún así siempre acaban sorprendiendo de una u otra manera. Son una buena lectura, además al ser breves no se hacen tediosos y puedes leer 2 o 3 al día y así profundizar más en el contenido y las moralejas a las que nos llevan. Para mí sin duda, como todas las obras de este autor, son de lo más recomendable.